Terapia de Grupo
1. Definición de la Teoría:
La Terapia de Grupo es una modalidad psicoterapéutica en la que uno o más terapeutas trabajan simultáneamente con varias personas (generalmente de 6 a 12) que comparten preocupaciones emocionales, comportamentales o psicológicas similares. Su origen moderno se encuentra en los trabajos de Joseph Pratt y más tarde de Jacob L. Moreno y Irvin Yalom, quien aportó una base teórica sólida sobre los factores terapéuticos específicos de este enfoque.
El objetivo principal de la terapia de grupo es crear un espacio seguro de interacción interpersonal, donde los participantes puedan compartir sus experiencias, ofrecerse retroalimentación, desarrollar habilidades sociales y experimentar un sentido de pertenencia. A través del grupo, los individuos pueden verse reflejados en los demás, darse cuenta de patrones conductuales, y recibir apoyo emocional.
2. Técnicas de la Terapia de Grupo
Las técnicas utilizadas pueden variar dependiendo del enfoque teórico del terapeuta (psicoanalítico, humanista, cognitivo-conductual, etc.), pero algunas herramientas comunes incluyen:
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Rondas de participación: Se invita a cada miembro a compartir su estado emocional o experiencia.
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Auto-revelación controlada: Los miembros comparten aspectos de sí mismos con el grupo en un ambiente seguro.
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Feedback interpersonal: Los participantes dan y reciben comentarios sobre su conducta en el grupo.
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Role-playing o dramatización: Se representan situaciones problemáticas para explorarlas emocionalmente.
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Ejercicios estructurados: Actividades diseñadas para fomentar la cohesión grupal o el desarrollo de habilidades.
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Reglas de grupo: Como la confidencialidad, la escucha activa, y el respeto, que ayudan a mantener un entorno terapéutico funcional.
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Reflexión en espejo: Los miembros comentan cómo se sintieron al escuchar a otro participante, promoviendo empatía y autoconciencia.
3. Trastornos donde se puede aplicar la Terapia de Grupo
La terapia de grupo ha demostrado ser efectiva en una amplia gama de problemas psicológicos y emocionales. Algunos de los trastornos y situaciones donde se aplica con frecuencia incluyen:
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Trastornos de ansiedad (ansiedad generalizada, fobia social)
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Depresión (leve a moderada)
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Trastornos de la conducta alimentaria
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Trastornos por uso de sustancias
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Trastornos de la personalidad, especialmente el Trastorno Límite de la Personalidad (como parte de un tratamiento combinado)
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Duelos y pérdidas
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Problemas de habilidades sociales
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Violencia intrafamiliar o trauma
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Enfermedades crónicas (como cáncer o VIH), para trabajar la adaptación emocional
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Crisis existenciales o transiciones vitales (jubilación, divorcio, migración)
Además, es útil en contextos educativos, organizacionales y comunitarios, y como complemento a psicoterapias individuales.
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